El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, negó ayer haber enviado señal alguna de "alarma" a la opinión pública, sino sólo de "prudencia", respecto al aumento del endeudamiento de las familias españolas. "Nuestra señal ha sido siempre de prudencia y en ningún caso la señal enviada por el Banco de España ha sido de alarma", remarcó Caruana en unas jornadas sobre precios, productividad y crecimiento en la sede de la institución.

Caruana explicó que "la expansión del gasto ha supuesto un aumento notorio del endeudamiento del sector privado, particularmente de las familias, que se ha situado al nivel de la media europea, y propiciado el encarecimiento de los activos inmobiliarios". España, añadió, "estaba por debajo de las cifras de endeudamiento respecto de Europa, y de manera rápida se ha ido acercando a las cifras medias europeas".

Caruana citó el endeudamiento de las familias, la insuficiente productividad y la existencia de diferenciales de inflación "moderados" pero "persistentes" como los principales "desajustes" que ha provocado el patrón de crecimiento de la economía española.

"La expansión económica parece haber descansado más en elevados ritmos de creación de empleo que en aumentos de la productividad, sugiriendo una incorporación insuficiente de las nuevas tecnologías", afirmó Caruana. En su opinión, un cambio de modelo, en el que la inversión cobre mayor peso, puede aportar ganancias de productividad.