El Banco de Inglaterra lanzó ayer una gigantesca operación de rescate canjeando arriesgadas hipotecas bancarias por bonos del Estado, muy seguros, por valor de hasta 50.000 millones de libras (62.500 millones de euros). El llamado Plan Especial de Liquidez no tiene precedentes en el resto del mundo y es un intento de impedir que la crisis crediticia de los mercados financieros internacionales cause más daños a la economía británica.

Los bancos del Reino Unido podrán canjear por los solventes bonos del Estado las deudas de las tarjetas de crédito o las hipotecas potencialmente más peligrosas, que vienen arrastrando desde que comenzara la crisis crediticia en EEUU el pasado verano. Las entidades bancarias podrán acogerse al programa en los próximos seis meses y realizar el canje durante un año, prorrogable a tres más, aunque solo afectará a las hipotecas solicitadas antes de finalizar el 2007.

MEJORAR LA LIQUIDEZ El Gobernador del Banco de Inglaterra, Mervy King, indicó que la iniciativa "está diseñada para mejorar la liquidez del sistema bancario y aumentar la confianza en los mercados financieros, mientras garantiza que los bancos asumen el riesgo de las pérdidas por los préstamos que han hecho".

Los bancos que se acojan al plan deberán poseer activos de un valor "mucho más significativo" que los bonos del Tesoro que obtengan, para evitar que los contribuyentes asuman el riesgo de las pérdidas potenciales. Si esos activos se deprecian, los bancos deberán facilitar más activos o devolver algunos bonos, mientras que si los títulos se devalúan, deberían ser reemplazados por otros mejor calificados.

La banca se mostró satisfecha con la innovadora y única respuesta de la entidad central. En teoría, esta intervención deberá servir para reducir la incertidumbre que en estos momentos pesa sobre el mercado crediticio y evitar otra crisis como la del banco Northern Rock. Desde el pasado diciembre, el Banco de Inglaterra ha ido recortando los tipos de interés. El 10 de abril se produjo la tercera bajada consecutiva, con una disminución de medio punto, hasta el 5%.

Los efectos de esta medida para los ciudadanos están por ver. Es improbable que el plan anunciado ayer se vaya a traducir en hipotecas más baratas para los compradores. La liquidez bancaria es esencial para la gestión de hipotecas, créditos, deudas y tarjetas de créditos, pero desde el pasado verano, los bancos han dejado de prestarse dinero entre sí. El resultado es que las hipotecas son más caras. "Esperamos que este sea un paso esencial para estabilizar los mercados financieros", señaló el ministro de Finanzas, Alistair Darling.

LA CE OBSERVA La Comisión Europea se limitó ayer a informar de que "permanece en contacto" con las autoridades británicas para conocer de cerca los pormenores del plan de liquidez del Banco de Inglaterra. El portavoz de Competencia de la Comisión Europea, Jonathan Todd, advirtió de que "es demasiado pronto para empezar a especular si el plan constituye ayudas de Estado o no".

El gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, marcó distancias con el dispositivo del Reino Unido y subrayó que son los otros bancos centrales los que se están acercando al modelo de la zona euro. Así, indicó que en EEUU y en el Reino Unido las entidades emisoras han realizado modificaciones de su marco reglamentario para acercarse al que existe en la zona euro. Según Noyer, a diferencia del Reino Unido, las condiciones de concesión de créditos en Francia "siguen siendo relativamente favorables".