La deslocalización industrial es un fenómeno imparable. Algunas empresas españolas buscan costes bajos en Extremo Oriente y otras eligen mercados más cercanos, donde, además de mano de obra barata, los costes logísticos ayudan a mejorar los márgenes. "Desde hace 25 años, el Banco Sabadell es líder en servicios internacionales. Hemos seguido a nuestros clientes en su internacionalización". Con estas palabras explicaba ayer Josep Oliu, presidente del banco español, su presencia en Casablanca, donde hoy abre las puertas su primera sucursal en la capital económica de Marruecos. La oficina iniciará su actividad con 18,5 millones de euros.

También es la primera sucursal en un país emergente, y la cuarta en el extranjero, tras las de París, Londres y Miami, donde se han consolidado las marcas del propio Sabadell, las de entidades absorbidas y las adquisiciones directas.

En Marruecos se han instalado unas 500 industrias españolas. Las que tienen mayor presencia pertenecen al sector textil y a la industria auxiliar del automóvil.