El banco Santander obtuvo un beneficio neto de 4.606 millones de euros entre enero y septiembre de este año, el 22,5% inferior al que obtuvo un año antes debido al impacto de varios ingresos extraordinarios y a la depreciación de las divisas, ha informado este miércoles la entidad a la CNMV.

El beneficio ordinario hubiera crecido el 8%, hasta los 4.975 millones de euros, si se excluyen todos esos efectos no recurrentes, entre ellos los 835 millones que logró el año pasado en Brasil por las menores necesidades de provisiones, y este año, la aportación de 120 millones al Fondo de Resolución Europeo, las plusvalías por la venta de VISA Europe o los costes de reestructuración.

En el tercer trimestre estanco, el banco registró un beneficio atribuido de 1.695 millones, el 1% más que en el mismo periodo del año anterior. En España, el beneficio neto se redujo el 11,1% y quedó en 785 millones, en un escenario de bajos tipos, que afectaron a los márgenes, así como la aportación al Fondo de Resolución Europeo del segundo trimestre (885 millones) o las dotaciones para insolvencias (500 millones).

El crédito neto a la clientela se redujo apenas el 0,5% hasta septiembre a 773.290 millones de euros. La morosidad el grupo mejoró ligeramente año contra año, hasta el 4,15% desde el 4,50% anterior, con una cobertura para insolvencias del 72,7% frente al 71,1% del año pasado.

La entidad custodiaba a cierre de septiembre 667.439 millones de euros en depósitos de sus clientes, el 0,3% menos que en septiembre del 2015.