El dominio de Telefónica sobre el mercado de banda ancha español determina que los precios de los paquetes de voz y datos a velocidad media (de 2 a 10 megabits por segundo), que aglutinan el 60% de las líneas, sean un 21% más caros en España que en la media de los 27 países de la Unión Europea (UE), según el último informe de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) dado a conocer ayer por ese organismo.

Los resultados del estudio tienen fecha de junio y ponen de manifiesto que la presión de los operadores alternativos está reduciendo los precios ligeramente y que la operadora histórica española cede algo de cuota de mercado. Aun así, los precios de Telefónica no son comparables con el resto de operadoras históricas, también llamadas incumbentes (Deutsche Telekom, KPN, BT, Telecom Italia y Ericom, entre otras).

PEOR OFERTA En el apartado de velocidad media, la mejor oferta del incumbente español en banda ancha más voz es un 84,6% superior a la media de las mejores ofertas de Europa. Representa un gasto de 58,7 euros en PPP --precios ajustados por paridad de poder adquisitivo, que tienen en cuenta el nivel de renta de cada país--, frente a los 31,8 euros de media en Europa. La oferta más baja es la del operador danés TDC, que es de 18,3 euros. Pero la situación no es diferente para la oferta de 10 Mb, en la que el precio de Telefónica es de 59,8 euros (PPP), mientras que la media europea es de 37,7 euros.

El diferencial de precios en España entre la mejor oferta del mercado (Orange: 32 euros) y la de Telefónica está en 26,7 euros en los paquetes de velocidad media. Esta diferencia de precios se ha mantenido casi constante en los últimos dos años y "ha impulsado la captura de clientes por parte del operador alternativo", explica el informe. Las operadoras de cable y las que compiten con Telefónica alquilando parte de su infraestructura suman una cuota de mercado conjunta de casi el 47%, frente al 43% del 2008.

En cuanto a los paquetes de banda ancha y voz de velocidad baja (hasta 2 Mb), que suponen solo el 8,5% de las líneas en España, son un 10,3% más caras respecto a la media de la UE.