A partir del 1 de enero del 2011, todos los españoles podrán acceder a internet a una velocidad mínima de un megabit por segundo (Mbps). El ministro de Industria, Miguel Sebastián, anunció ayer que la banda ancha de un mega formará parte del servicio universal, por lo que todos los ciudadanos "tendrán derecho" a conectarse a esta velocidad, incluso en zonas de difícil acceso. En la inauguración del tercer Foro Internacional de Contenidos Digitales (FICOD), Sebastián destacó que 7 de cada 10 ciudadanos consumen contenidos digitales, y apostó por "acercar las nuevas tecnologías a todavía más gente".

Actualmente, el servicio universal incluye la telefonía fija, internet de banda estrecha, las guías y las cabinas telefónicas. Esto significa que, además de ser accesible a todos, debe garantizarse que sea asequible. La telefonía móvil no está incluida.

Telefónica ha sido, desde siempre, el único operador que ha prestado el servicio universal. A partir del 2011, podrá servirlo otra operadora o renovar Telefónica. La designación del prestador del servicio se hará mediante una consulta pública.

Según Industria, el 99% de la población tiene cobertura de banda ancha, pero no toda alcanza el mega de velocidad. En el 2008, las líneas de 3 Mbps o superior suponían el 81% del total de líneas de banda ancha.

ESCEPTICISMO Las organizaciones de usuarios celebraron el anuncio del ministro, sin ocultar su escepticismo. Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas (AI), temió que el anuncio se quede en un brindis al sol y afirmó que para los cuatro millones de usuarios --según la asociación-- que no tienen acceso a la banda ancha, "esperar un año es mucho tiempo". Para el portal ADSL Zone, un mega de velocidad "es insuficiente". En la misma línea, la organización de consumidores Facua pidió que la medida se anticipe y se aumente la velocidad.