En el 2009, el año más duro de la crisis, las entidades financieras han tenido que anteponer, por voluntad propia y por instrucción del Banco de España, la prudencia al resultado. Buena prueba de ella es Banesto, que el año pasado ganó 559,8 millones de euros en el 2009, el 28,2% menos que el año anterior.

La entidad destinó el año pasado 377 millones a dotaciones extraordinarias para afrontar las pérdidas que le pueden causar sus activos en riesgo de impago o pérdida de valor. De ellas, 100 millones corresponden a una aportación voluntaria para aumentar las provisiones genéricas contra el aumento de la morosidad. Sin esta, el beneficio hubiera caído menos, el 19,2%.

La presidenta del banco, Ana Patricia Botín, explicó que el mercado no ha premiado que Banesto haya presentado unos resultados mejores que los del resto de la banca mediana durante los últimos meses, y que por ello se ha decidido a hacer la dotación voluntaria. Las acciones, de hecho, subieron ayer el 2,13%, la segunda más importante de la sesión.