El Bank of America se sumó ayer a las buenas noticias sobre los resultados del sector financiero, como hicieron Citigroup y JP Morgan pero, al contrario que estos, ofreció una visión pesimista a medio plazo. Como consecuencia, las bolsas rompieron con la tendencia alcista de las últimas seis semanas.

El Ibex 35 del mercado español cedió el 3,46%, hasta los 8.718 puntos. Igualmente, el resto de parquets europeos registraron pérdidas, que en algunos casos superaron el 4%. El Dow Jones de Wall Street marcó la pauta y se acercó al cierre con un descenso superior al 3%. El sector bancario fue el principal lastre para la renta variable a ambos lados del Atlántico.

Los inversores prestaron especial atención a los resultados del banco. La entidad ha conseguido beneficios en los tres primeros meses del año pero, al tiempo, dejó claro que continúa "afrontando retos extremadamente difíciles por el deterioro de la calidad del crédito producido por la debilidad de la economía y el desempleo", según Kenneth D. Lewis, presidente ejecutivo.

El segundo banco estadounidense cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 4.247 millones de dólares (3.277 millones de euros), lo que supone más del triple que en el mismo periodo del año anterior y supera al de todo el 2008.

Sin embargo, también ha visto incrementadas sus provisiones para hacer frente a los créditos dudosos un 122%, hasta los 10.322 millones de euros en los tres primeros meses del año. De hecho, los activos en riesgo de mora sumaron los 19.860 millones. De ahí el pesimismo.