El dato llegó antes de que cerrara el mercado español, para incrementar un poco más la tendencia a la baja. A primera hora de la mañana, en la costa Este americana se supo que la venta de casas de segunda mano en Estados Unidos cayó un 27% el pasado julio. Lo nunca visto en los últimos 15 años. El fantasma de la crisis que ya ha entrado en su tercer año triunfal recorrió los corros y las redes, con una interpretación única: si las barbas inmobiliarias de Estados Unidos se pelan en cuanto desaparecen las ayudas fiscales para promover las ventas, el resto de países afectados por esa crisis, que se pongan en remojo.

Y el Ibex volvió a caer, en algunos momentos de la jornada, por debajo de la línea de flotación de referencia de los 10.000 puntos. Tampoco ayudó, como había sucedido en algunas jornadas pasadas, saber que la economía alemana (medida por su PIB) había crecido en el segundo trimestre un 2,2%. No cotizó el qué, sino el cómo, es decir, que se mantiene un déficit fiscal del 3,5%, por encima de la vara de medir impuesta en Maastricht (3% del PIB como límite. España se encuentra por encima del 10%). A media sesión, en la Bolsa de Nueva York la bajada de cotizaciones alcanzaba a marcas emblemáticas industriales (Caterpillar, Boeing, General Electric) e incluso a la primera cadena americana de librerías, Barnes & Noble, que declaró haber registrado abundantes pérdidas entre los meses de mayo y julio, a pesar de haber entrado con decisión en el mercado del libro digital.

El principal indicador español, el Ibex 35, bajó 168,90 puntos, el 1,65%, y cerró la jornada en la línea de los 10.052,30 puntos. Todos los grandes valores registraron caídas: Banco Santander perdió el 2,35%; BBVA, el 2,04%; Repsol, el 1,24%; Iberdrola, el 1,23%; y Telefónica, el 1,21%. Las pérdidas anuales aumentan al 15,81%. En el resto de parquets de Europa, París perdió el 1,75%; el Euro Stoxx 50, el 1,74%; Milán, el 1,58%; Londres, el 1,51%; y Fráncfort, el 1,26%.