De récord en récord. Es como si el barril de petróleo careciera de techo. El Brent, la calidad de referencia en Europa, alcanzó ayer la cota de 139,32 dólares, mientras que en EEUU, el West Texas, marcó un récord de 139,89.

Aunque el día empezó con tendencia a la baja tras conocerse que Arabia Saudí, el primer exportador mundial, prevé aumentar su producción a partir del 1 de julio por encima de 9,7 millones de barriles diarios, nuevas noticias frenaron el optimismo. Por un lado, la debilidad del dólar ante los datos negativos de la industria de EEUU y, por otro, la paralización de producción de la petrolera pública noruega Statoil en el mar del Norte.

La escalada del crudo, que ha duplicado su precio en un año y acumula un alza del 40% desde enero, no afecta solo a los carburantes. El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, advirtió ayer en Barcelona de que la volatilidad del petróleo afectará al sector eléctrico.

SIN PREVISIONES Piebalgs consideró "extremadamente importante" la cumbre de este fin de semana entre productores y consumidores de petróleo, a instancias de Arabia Saudí. Dijo que la imprevisibilidad del crudo hace que no se puedan hacer previsiones y, teniendo en cuenta que el barril es el punto de partida del precio del gas, "eso nos lleva hasta el precio de la electricidad".

La industria eléctrica europea considera esencial una política energética "sin contradicciones" para alcanzar un mercado "competitivo e integrado". Rafael Miranda, presidente de Eurelectric y consejero delegado de Endesa, recordó que el sector debe afrontar "una auténtica revolución de modelo". Piebalgs y Miranda defendieron la energía nuclear, pero con mayor transparencia.

Por otra parte, Gaz de France (GDF) y Suez informaron ayer de que la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF) de Francia ha autorizado su fusión. Las juntas generales de ambos grupos la aprobarán el 16 de julio.