El petróleo Brent, la calidad de referencia en Europa, siguió ayer su escalada hasta los 56,15 dólares, para su entrega en mayo, una cota sin precedentes. El crudo en EEUU se acercó al nivel récord de 58. Las predicciones de la OPEP, el cártel de países exportadores, en las que se prevé para este año una demanda mundial de casi 83,98 millones de barriles diarios, con un alza del 2,26%, dispararon el precio.

El crudo se ha encarecido desde enero casi un 30%. Y sigue al alza. "El petróleo se encarece porque hace frío y se compran futuros porque va a hacer calor y aumentará la demanda para el uso de gasolina en EEUU", según Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Económicos.

La OPEP, que el miércoles decidió aumentar en medio millón de barriles diarios su producción a partir del 1 de abril, guarda en la recámara un aumento de medio millón más a partir de mayo si las subidas no paran en un plazo de hasta 10 días. La propia organización reconoce que su producción real llegó a 29,56 millones de barriles diarios el mes pasado, frente a unas cuotas pactadas de 27 millones, que subirán a 27,5 millones en abril.

POCO MARGEN DE MANIOBRA Muchos expertos están convencidos de que el hecho de que el cártel haya alcanzado los niveles de producción más altos en los últimos 25 años revela que tiene escaso margen de maniobra para nuevos aumentos de la oferta. Esa poca capacidad restante no hace más que alimentar la volatilidad en los mercados. Además, en dólares constantes, los precios no están más que a la mitad de los que alcanzaron en la crisis energética de 1979.

El director gerente del FMI, Rodrigo Rato, admitió ayer que los precios del crudo suponen un riesgo para la economía, pero destacó que la previsión es que el crecimiento mundial supere el 4% este año.

Los analistas prevén que el precio medio del barril para este año estará más cerca de 50 dólares que de los 40 previstos inicialmente, "lo que se traducirá en dos o tres décimas menos de crecimiento y tres o cuatro más de inflación a escala mundial", según Juan Iranzo. En España serán unas seis décimas más en el nivel de precios y unas cuatro menos de crecimiento.