El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, cargó ayer contra el marco presupuestario de la UE para el periodo 2007-2013 que acordaron los gobiernos de los Veinticinco el sábado. "Nos permitirá seguir funcionando, pero deberemos reducir nuestra ambición", criticó Barroso, antes de añadir que "el aspecto más importante" del pacto es "la esperanza que abre hacia otro presupuesto".

"La estructura y el método actual de negociación no es bueno para Europa. No se puede seguir así y es necesaria otra lógica", anunció Barroso. A partir de ahora, advirtió, "será una revisión global, sistemática, sin tabús ni límites, de todos los capítulos de ingresos y gastos".

Barroso recordó que ha recibido el mandato de los jefes de Estado y Gobierno de la UE para presentar propuestas de reforma en el 2008 o el 2009. Para lo que no hay acuerdo es para que esta reforma entre en vigor antes o después del 2013, fecha en la que terminará el marco acordado.