Francisco González, presidente del BBVA, dejó ayer de lado su habitual prudencia para avalar la rebaja de los impuestos que propone el PP como mejor fórmula para reactivar la economía española. Su apuesta fue clara: "Hay superávit y hay margen de maniobra para, con una política fiscal inteligente, movilizar la economía". El ejecutivo del segundo banco español juzgó "evidente" la necesidad de tomar medidas, algo que el Gobierno ha negado hasta ahora. "No podemos seguir viviendo de un modelo que tiene restricciones", aseveró, en referencia al sector inmobiliario y al déficit exterior.

Decidió "hacer una excepción" para valorar el fichaje de Manuel Pizarro por el PP: "Es una buena noticia para todos los españoles: podría hacer una política inteligente, igual que otros". También habló de Pedro Solbes: "Es un gran profesional de esto y sabe que el mercado tiene que funcionar, no hay que intervenir más de lo necesario".

Amparado por los buenos resultados (ganó 6.126 millones en el 2007, el 29,4% más), González presentó al BBVA como una entidad inmune a la crisis. "No hay cambios en esta casa, seguimos con nuestra política de dividendo y nuestros planes", afirmó.