El presidente del BBVA, Francisco González, insistió hoy en que la entidad continúa dando créditos, porque "un banco está para prestar", pero reconoció que la demanda crediticia ha caído cerca de un 21 por ciento en 2008.

En la presentación de los resultados del pasado año, cuando el beneficio neto atribuido de la entidad alcanzó los 5.020 millones de euros, González explicó que de cada cien peticiones de crédito se concedían 77 en 2007, mientras que en 2008 se daban 72, una cifra muy similar.

Por eso, González aseguró que si es necesario que los presidentes de los principales bancos y cajas comparezcan en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de la evolución del crédito, él estará "encantado" de aclarar lo que está pasando y de exponer "lo que está haciendo el BBVA por este país".

El presidente del segundo banco español aseguró que la entidad está "dando ejemplo", tanto en el mercado nacional como en el internacional, de prudencia y responsabilidad en su política crediticia, pero dijo que antes de denegar un crédito, "hay que pensarlo cinco veces".

González advirtió de que la crisis será "muy dura y larga", por lo que sólo los bancos prudentes, como el BBVA, sobrevivirán y al final emergerán como ganadores "con mucha ventaja".

Eso se conseguirá, añadió, gracias a que el BBVA mantiene sus principios, que suponen "no jugarse el banco a una adquisición, o dos, o tres, para que suba el ego y para presumir de tener un banco más grande" -en una clara alusión al Santander-.

No obstante, más tarde, precisó a preguntas de los periodistas que hablaba en general de la banca internacional y de los grandes banqueros, al tiempo que dejó claro que el BBVA y el Santander son dos entidades "enormemente diferentes en todo".

Además, como en anteriores ocasiones, González descartó "rotundamente" que la entidad vaya a realizar una ampliación de capital "con los datos que tenemos", pero reconoció también que la situación podría llegar a cambiar "dramáticamente".

En su opinión, los niveles de capital, con los que se mide la solvencia de una entidad, hay que relacionarlos con la calidad de los activos y la capacidad de generar resultados, por lo que de nada sirve exigir un determinado nivel de "core capital", si luego la calidad de los activos es baja.

En ese sentido, explicó que BBVA ha decidido pagar el dividendo complementario de 2008 con acciones antiguas y reducir hasta el 30 por ciento el pay-out (porcentaje del beneficio destinado al pago de dividendo) con el fin de elevar sus niveles de capital.

En cuanto a la retribución a los accionistas con cargo al ejercicio 2009, González dijo que la idea es que se pague en efectivo, pero todo dependerá de los resultados del grupo.

Respecto a la hipotética posibilidad de que el Estado pueda reforzar el capital de alguna entidad, el banquero recordó que España es el único país desarrollado que no ha inyectado capital a sus entidades financieras.

Por ello, a pesar de que la crisis económica pondrá a prueba al sector, destacó la "ventaja" que suponen para las entidades españolas las provisiones exigidas por el Banco de España, "un buen colchón" para hacer frente a la actual coyuntura, en la que la morosidad seguirá aumentando, aunque en el caso del BBVA, lo hará "por debajo de la media".

Este año, el BBVA no tiene previsto emitir deuda con el aval del Estado, ya que no lo necesita porque cuenta con una calificación crediticia doble A, que le permite obtener en los mercados internacionales unas condiciones "iguales o mejores" que si acudiese con la garantía estatal.