El consejero delegado de BBVA, Carlos Torres, ha afirmado este lunes que su entidad no tiene "ninguna espina clavada" por no haber adquirido el Banco Popular, intervenido por las autoridades europeas y vendido al Santander por un euro. "La operación no nos encajaba estratégicamente. ciertamente, su exposición inmobiliaria tenía algo que ver, así como el desarrollo de la banca digital", ha argumentado el ejecutivo para explicar por qué su entidad sí estudió los números del banco intervenido en la subasta exprés que organizaron las autoridades pero no llegó a presentar una oferta.

En unas jornadas de la APIE y BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, el 'número dos' del banco ha defendido que "en absoluto" existe o va a llegar a existir una situación de oligopolio financiero en España por las fusiones de los últimos años y la absorción del Popular por parte del Santander.

"Tenemos todavía un sistema más fragmentado que en países comparables", ha esgrimido. También ha recordado que los organismos reguladores, como el Banco de España, llevan tiempo asegurando que hay margen para más concentración en el sector y ha argumentado que la competencia va en aumento gracias a la entrada de nuevos competidores digitales.

Torres, asimismo, ha defendido que el BBVA está en niveles de rentabilidad que le sitúan "a la cabeza de la industria", sobre todo teniendo en cuenta de los bajos niveles de los que se parte por la crisis financiera. "Con la recuperación de las economías más desarrolladas, como España y Estados Unidos, estamos viendo una recuperación muy importante de la rentabilidad", ha destacado.