Primero se atrevieron a decirlo algunos expertos, después el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, y ahora la institución que representa lo confirma: "Cada vez hay más indicios de que la recesión mundial está tocando fondo". Es la frase que resume el boletín mensual del BCE publicado ayer y que cobró aún más credibilidad gracias a las buenas noticias procedentes de Francia y Alemania.

Después de un año en negativo, las dos economías principales de la zona euro volvieron a registrar un crecimiento positivo en el segundo trimestre del 2009. La discreta subida del PIB del 0,3% registrado entre abril y junio, cayó ayer como una bendición al convertirse en el primer dato palpable al que pueden aferrarse los que quieren ver cuanto antes la luz al final del túnel de la peor crisis económica que ha vivido Europa desde la segunda guerra mundial.

El dato positivo moderó además la contracción económica de toda la zona euro, que aunque sigue sin alcanzar los números verdes, ha pasado de descender el 2,5% entre enero y marzo a perder el 0,1% en junio.

Aunque los datos sorprendieron incluso a los más optimistas, el BCE, cauteloso, advirtió de que "la incertidumbre sigue siendo elevada", y la mejoría llevará su tiempo: "Los últimos datos publicados y los resultados de las encuestas recientes siguen indicando que es probable que la actividad económica se mantenga débil durante el resto del 2009". Las expectativas para el 2010 son favorables y, según el BCE, "tras una fase de estabilización, se espera una recuperación gradual, con tasas de crecimiento intertrimestral positivas".

Una de las razones principales que señala el BCE para esta recuperación son las políticas de estímulo que se han puesto en marcha en los distintos países de la zona euro, aunque también se advierte de la necesidad de planificar su retirada.

SANEAMIENTO "Los gobiernos han de elaborar y comunicar estrategias de salida y de saneamiento presupuestario ambiciosas y realistas conforme al pacto de estabilidad y crecimiento", advierten. Y ponen como plazo el año 2011 para consolidar los presupuestos y que los déficits públicos regresen a la marca inferior al 3% del PIB.

El boletín asegura también que el consejo de gobierno acoge con satisfacción la opinión del Eurogrupo de que "no están justificadas nuevas medidas de estímulo fiscal".

El BCE menciona también los "efectos retardados adversos" de la crisis que están por llegar, entre los que destaca el desempleo que, avisa el organismo, probablemente seguirá aumentando en los próximos meses.