El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, reivindicó ayer la independencia de la autoridad monetaria de la zona euro, después de que el consejo de gobierno de la entidad mantuviera los tipos de interés en el 2%. La decisión del banco se produce en el momento en el que la cotización del euro se encuentra en el nivel más bajo de los últimos meses, y a pesar de las presiones políticas desde Alemania y Francia en favor de un recorte de los tipos de interés.

Trichet recordó ayer que el 2% es el porcentaje más bajo de los últimos 50 años, y que al otro lado del Canal de la Mancha, en el Reino Unido, las tasas duplican a las del euro. Defendió, asimismo, ante las peticiones del canciller alemán, Gerhard Schröder, y del primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, la autonomía del banco al señalar que "toma las decisiones con completa independencia". El canciller se limitó ayer a respetar la decisión del BCE de no variar las tasas.