El escenario más temido por la economía española, una de las que tardará más en salir de la recesión en la zona euro, comienza a tomar forma. El Banco Central Europeo (BCE) cumplió ayer el guión previsto y mantuvo los tipos oficiales de interés en el mínimo histórico del 1%. Pero también anunció que va a comenzar a retirar las medidas extraordinarias de inyección de liquidez a la banca, lo que en la práctica supondrá un endurecimiento de la financiación. "Teniendo en cuenta la mejora de las condiciones en los mercados financieros, no todas las medidas de inyección de liquidez van a necesitarse de igual manera como en el pasado", justificó el presidente de la institución.

Jean-Claude Trichet argumentó que los mercados cuentan ya con el fin de las subastas de liquidez ilimitada con vencimiento a un año, de manera que la retirada de esta medida excepcional, que posiblemente se decida en diciembre, no supondrá ningún trauma. El temor entre los expertos, banqueros y autoridades económicas es que el BCE elimine las medidas de apoyo al sector financiero demasiado pronto. La autoridad monetaria, alegan, ya se equivocó al retrasar el recorte de tipos, lo que empeoró el alcance de la recesión y retrasó la recuperación.

TRASLADO A CLIENTES La situación de los mercados financieros ha mejorado notablemente desde la pasada primavera gracias a las medidas puestas en marcha por el BCE. El problema es que el sector todavía se enfrenta a graves problemas, debido a la caída de la actividad y, sobre todo, al incremento de la morosidad. Si a estos riesgos se le sumasen las dificultades excesivas en la liquidez, el crédito a empresas y familias se restringiría aún más, lo que podría provocar un nuevo agravamiento de la recesión. Hay que tener en cuenta que, pese a que la situación de los mercados mayoristas ha mejorado, muchas entidades pequeñas o con problemas no pueden acceder a ellos y dependen de las inyecciones del BCE y de los depósitos que puedan captar.

Una prueba de que las perspectivas para el sector no son boyantes es que Trichet instó a las entidades financieras a reforzar su capital de forma privada o, "si es necesario", mediante los instrumentos dispuestos por sus gobiernos para ello.

El presidente justificó el mantenimiento de los tipos por la persistencia de "inseguridades temporales" en la situación económica. No son previsibles alzas a corto plazo, apuntó, ya que no hay riesgo de que se produzca un incremento súbito de la inflación. La retirada de la liquidez excesiva, añadió, será gradual y evitará las amenazas a la estabilidad de los precios.

TEMOR A UNA RECAIDA Los expertos prevén alzas de tipos para el año que viene y temen una recaída económica por su efecto sobre las exportaciones. El euro reaccionó ayer subiendo a los 1,4917 dólares.

Trichet apuntó que la mejoría de la actividad en la segunda mitad del año podría llevar a la eurozona al crecimiento trimestral antes del final del ejercicio. La recuperación, añadió, será "gradual" en el 2010, pero para apuntalarla es necesario que los gobiernos tengan estrategias claras de retirada de las medidas y reducción del déficit.