Cumpliendo el guión previsto, el Banco Central Europeo (BCE) dejó ayer el precio del dinero en el 4%, dados los "elevados riesgos" para la inflación en la zona euro a medio plazo. Pero su presidente, Jean-Claude Trichet, dejó entrever la posibilidad de un próximo recorte en los tipos de interés para frenar la desaceleración económica. Cada vez más analistas apuestan por un recorte en marzo, hasta el 3,75%. Otros lo sitúan en mayo y hay cierto consenso en que, si persiste la desaceleración, habrá un segundo recorte, hasta el 3,5%, a mediados de año.

Con esta expectativa, el euríbor a un año --tipo de interés al que se prestan dinero entre sí las entidades y que orienta el precio de las hipotecas-- continúa bajando en febrero, hasta una media del 4,33%, frente al 4,5% de diciembre. La cotización del euro bajó ayer a 1,448 dólares. Las bolsas europeas, en pérdidas, corrigieron parte de su descenso tras las explicaciones de Trichet. La bolsa española perdió el 1,13%; la alemana, el 1,66%; y la francesa, el 1,92%.

Tras conocerse que la inflación en la zona euro escaló en enero hasta el 3,2% (según el indicador adelantado), lejos del 2% que sirve de objetivo al BCE, casi nadie esperaba que la autoridad monetaria europea optara por bajar el precio oficial del dinero en su reunión de febrero (ayer). Por mucho que la Reserva Federal hubiera bajado los tipos dos veces en enero --0,75 puntos primero y 0,5 después-- hasta el 3%, ante la amenaza de recesión en EEUU, la previsión era que el BCE no iba a seguir ese camino. Trichet dijo que la decisión se adoptó de forma "unánime" por los miembros del consejo.

Ayer, el Banco de Inglaterra recortó los tipos en un cuarto de punto, hasta el 5,25%. Pero Trichet defendió la opción del BCE: "Estamos haciendo nuestro trabajo. Adoptamos nuestra decisión en función de nuestro mandato de contribuir mediante la estabilidad de precios al crecimiento económico sostenible y a la creación de empleo".

LIGERO CAMBIO Pero el lenguaje de Trichet cambió ayer ligeramente y los matices afianzan un recorte de tipos. En el comunicado, la clave está en que el BCE percibe que la incertidumbre sobre el crecimiento en la eurozona es "inusualmente elevada".

Aunque se advierte de que el BCE sigue preparado para actuar frente a los riesgos de inflación a medio plazo, la expresión "inusualmente elevados" abona el terreno para bajar tipos.