El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido poner las cosas más difíciles a las entidades financieras que atraviesan dificultades de liquidez y que rehuyen asumir los riesgos de buscar fuentes de financiación alternativas a las inyecciones de recursos del instituto emisor. El organismo presidido por Jean-Claude Trichet anunció ayer el endurecimiento de su normativa interna para prestar dinero a los bancos de la zona euro con dificultades financieras.

Las nuevas normas de funcionamiento, que dejan muy claro que el instituto emisor pretende excluir de las inyecciones de liquidez a las entidades que eluden recurrir a los mercados para financiarse, entran hoy mismo en vigor. Entre las novedades, destaca la clarificación de los supuestos en los que la autoridad financiera puede descartar a ciertos bancos y cajas de ahorros con problemas para ser candidatos a recibir ayudas. También reduce la lista de activos que pueden ser calificados como garantías por los bancos y la cajas de ahorros para optar a préstamos en las subastas periódicas del banco central. Eso limita también las posibilidades de recurrir a las líneas de crédito.

Además, se establece la posibilidad de que el BCE actúe contra los bancos privados que por sus problemas de solvencia se han convertido en dependientes de su financiación. En el comunicado que emitió ayer, el BCE habla de "reducir los riesgos legales y crediticios" y de "limitar o excluir" a ciertas "contrapartes bancos y sus activos" por "motivos de prudencia" económica.

HECHO "ANORMAL" En esta línea, el presidente del BCE, Jean Cleaude Trichet, tachó la semana pasada de "anormal" el hecho de que algunos bancos de la zona euro fuesen incapaces de financiarse a través de los mercados financieros y dependiesen de la asistencia de la autoridad financiera común.

Por eso, instó a los gobiernos de los países de la zona del euro y a los gobernadores de sus bancos centrales a tomar medidas y resolver el problema. Los bancos más afectados por la falta de liquidez se encuentran en los países de la zona euro con un mayor déficit público, entre los que destacan España, Irlanda, Grecia, Portugal y España.

El mes pasado, la máxima autoridad monetaria de la zona del euro constató que la "adicción" de entidades financieras de países como Portugal, Grecia e Irlanda a las inyecciones de liquidez del BCE se había incrementado con respecto al año pasado. Ante estas perspectivas y tras los llamamientos a las autoridades nacionales, el consejo de gobierno del banco central ha optado por tomar medidas para acabar con el proceso de excesiva dependencia de algunas entidades financieras.

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