El Banco Central Europeo (BCE) no modificará mañana los tipos de interés, pero sí deberá hacer un esfuerzo para salvaguardar su credibilidad e independencia tras la decisión reciente de que aceptará sin restricciones los bonos griegos como garantía de crédito.

Esta es la opinión generalizada de expertos y analistas de cara a la sesión que el consejo de gobierno del BCE celebrará mañana en Lisboa, cumpliendo con su tradición de mantener dos sesiones al año fuera de su sede central en Fráncfort.

Con la herida de Grecia abierta y los miedos a un efecto contagio a otros países de la eurozona, en los mercados financieros dan por hecho que el BCE retrasará una subida de los tipos de interés aunque la situación económica europea prospere.

SIGUEN LOS TIPOS BAJOS

Esta decisión es una buena noticia para los ciudadanos más endeudados y las empresas, ya que una subida de los tipos de interés en estos momentos, posible por la mejora de algunos indicadores económicos en la eurozona, supondría una indeseable restricción del crédito. Mientras los tipos de interés sigan bajos se mantendrá un elemento más para fomentar el consumo y la inversión.

El incremento llegaría a mediados del año próximo, y solo si el cuadro macroeconómico que perfilan los pronósticos se cumple y las medidas políticas adoptadas por la Unión Europea permiten contener la crisis de solvencia en las fronteras de Grecia.