El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy mantener los tipos de interés a corto plazo para la eurozona en el 3,75 por ciento, informó la entidad en Fráncfort.

La institución europea dejó inalteradas también la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a las entidades, en el 4,75 por ciento, y la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en el 2,75 por ciento.

El órgano ejecutivo del BCE tomó esta decisión, que estuvo en línea con las previsiones de los expertos, en su encuentro mensual para debatir cuestiones de política monetaria, que este mes se celebró en Dublín.

Los analistas esperan que el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dé hoy señales claras de que la entidad subirá las tasas el mes próximo, pero descartan pistas sobre cómo evolucionará el precio del dinero en la eurozona en el segundo semestre del año.

Algunos expertos, como los del banco alemán Commerzbank y el Deka-Bank, creen que la fortaleza de la economía de la eurozona y las perspectivas de un repunte de la inflación en la segunda mitad de 2007 harán que el BCE decida nuevos incrementos del precio del dinero antes de finales de año.

Otros analistas, como los de Barclays o Dresdner Bank, consideran que los tipos no subirán más allá del 4 por ciento este año, ya que el crecimiento económico se ralentizará, previsiblemente, presionado por la fortaleza del euro y el encarecimiento de los préstamos.

El BCE ha subido las tasas en siete ocasiones desde diciembre de 2005, desde el 2,0 por ciento al 3,75 por ciento actual, en 25 puntos básicos cada vez, para hacer frente a las presiones inflacionistas en la zona del euro. La Comisión Europea (CE) calcula que la tasa de inflación subirá en 2007 un 1,9 por ciento, aunque a medio plazo espera un ligero repunte como consecuencia del encarecimiento del petróleo y la recuperación de la actividad económica.