El Banco Central Europeo (BCE) observó una normalización del mercado de dinero del euro tras cuatro inyecciones de liquidez adicional, por lo que, si no empeora la situación, subirá los tipos de interés a comienzos de septiembre, según los expertos.

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo hoy que la entidad observa una normalización de las condiciones del mercado de dinero después de haber proporcionado la liquidez necesaria para permitir su funcionamiento ordenado.

En una nueva subasta de financiación rápida, también llamada de ajuste fino, el BCE inyectó hoy 7.700 millones de euros (10.472 millones de dólares) en el mercado de dinero del euro, a un tipo de interés variable y con un vencimiento de un día.

Con esta operación de ajuste fino, el BCE ofreció la oportunidad a los bancos de cubrir sus necesidades de liquidez antes de liquidar mañana la operación principal de refinanciación, es decir, la subasta semanal que también adjudicó hoy, como todos los martes.

Para evitar un colapso por falta de liquidez, el banco central europeo ha inyectado en los últimos cuatro días laborables un total 211.256 millones de euros adicionales (287.308 millones de dólares) al mercado de dinero del euro, en el que los bancos comerciales se prestan efectivo entre ellos y lo toman prestado del BCE.

En una nota de prensa, Trichet explicó que el BCE "ha prestado gran atención a la evolución del mercado", que ha vivido "un periodo de nerviosismo, en el que vemos un aumento de la volatilidad y una significativa revalorización de riesgos". En este comunicado, Trichet repitió el mensaje transmitido en su comparecencia ante la prensa el pasado 2 de agosto, tras la reunión por tele-conferencia del consejo de gobierno, que decidió dejar inalterados los tipos de interés a corto plazo para la zona del euro en el 4 por ciento.

En ese momento, el máximo responsable de banco europeo preparó a los mercados financieros para una subida moderada de las tasas, hasta el 4,25 por ciento, a comienzos de septiembre.

Los analistas del banco alemán Commerzbank consideraron que "el BCE sólo se abstendrá de incrementar los tipos de interés si la situación empeora de nuevo". En este sentido, Sivia Pepino, analista de JP Morgan, dijo a EFE que "es difícil anticipar qué va a pasar dentro de tres semanas ya que ha habido muchos movimientos en los mercados", por lo que ya no es tan seguro que la entidad vaya incrementar el precio del dinero como lo era a comienzos de agosto.

Pepino consideró que "la situación en el mercado de dinero del euro se ha calmado pero que todavía se tambalea". Añadió que el BCE ha actuado correctamente al llevar a cabo estas cuatro inyecciones de liquidez en el mercado de dinero, que representan la primera intervención desde el 12 de septiembre de 2001 tras los atentados terroristas en Nueva York y Washington.

Christoph Balz, economista del Commerzbank, también valoró la actuación del BCE ya que el aumento de la liquidez ha contribuido "a reducir el tipo de interés diario, al que los que los bancos de la zona euro se prestan el dinero, que el pasado jueves llegó hasta el 4,60 por ciento". Normalmente este tipo de interés diario se sitúa sólo un máximo de entre 5 y 10 puntos básicos por encima de la tasa de referencia que establece el BCE, actualmente en el 4 por ciento, según Balz, por lo que a finales de la semana pasada la superó en 60 puntos básicos.

Debido a que los bancos no estaban dispuestos a prestarse dinero, el precio del dinero subió. Fue entonces cuando el BCE, tras intercambiar visiones con los bancos comerciales de la zona euro, decidió intervenir por primera vez e inyectó el jueves pasado 94.841 millones de euros (128.983 millones de euros) a un tipo fijo del 4 por ciento. Esto quiere decir que todos los bancos que participaron en la puja obtuvieron el efectivo que necesitaban a un interés del 4 por ciento.

Las otras tres operaciones de refinanciación fueron a un tipo variable, situación en la que los institutos de crédito tienen que competir para conseguir la liquidez y el que más puja se lleva el efectivo primero.

La situación se ha tranquilizado como muestra el descenso paulatino de la cantidad adjudicada en cada una de las cuatro inyecciones de liquidez, así como la reducción del tipo de interés máximo pujado por los bancos comerciales. Debido al nerviosismo por la incertidumbre sobre el alcance de la crisis de las hipotecas de alto riesgo estadounidenses, muchas entidades de crédito europeas mostraron que no están dispuestas a prestar dinero a sus competidores al desconocer si están afectados y podrán devolverlo.