El Banco Central Europeo contribuyó ayer al clima de relativo optimismo que se abre paso entre algunos analistas, políticos y autoridades. En su boletín mensual de mayo, publicado ayer, el organismo europeo que preside Jean-Claude Trichet constata que el "debilitamiento" de la economía europea durante el primer trimestre fue "más acusado" de lo que se esperaba en marzo. Más recientemente, sin embargo, las encuestas muestran "ciertas señales de estabilización, aunque en niveles muy bajos".

Para la economía española, todos los organismos internacionales auguran una recuperación más lenta, por la dimensión de la burbuja inmobiliaria. Con todo, el escenario que atisba el BCE para la zona euro incluye un mayor deterioro del mercado de trabajo.