Los gobiernos de Bélgica, Francia y Luxemburgo tuvieron ayer que salvar el grupo bancario y asegurador Dexia con una aportación global de 6.400 millones de euros a su capital para detener el hundimiento de la cotización de sus acciones en las bolsas.

La nueva operación de salvamento bancario se produce apenas 24 horas después de que los gobiernos del Benelux hubieran tenido que nacionalizar el grupo bancario Fortis, con otra aportación global masiva de 11.200 millones de euros. El acuerdo para salvar el grupo francobelga Dexia prevé que el Estado belga y el francés aporten cada uno 3.000 millones para suscribir una ampliación de capital. Luxemburgo suscribirá una emisión de obligaciones convertibles en acciones por 376 millones. E. OLIVERAS