El Gobierno belga y los directivos del grupo bancario y asegurador KBC ultimaban anoche las modalidades para la inyección de 3.500 millones de euros de dinero público en el capital de la entidad para reforzar su solidez ante la crisis. El grupo KBC, que ha perdido más de la mitad de su valor en bolsa durante el mes de octubre, había solicitado esa ayuda el viernes por la noche para restablecer la confianza de los inversores bursátiles y competir en igualdad de condiciones con las otras entidades que ya han recibido ayuda pública.

"El Gobierno está dispuesto a ayudar a KBC. Como ya lo había anunciado, el Gobierno ayudará a todos los bancos que se encuentran en dificultades", explicó el secretario de Estado de Finanzas, Bernard Clerfayt. El regulador bursátil belga tiene preparado el mecanismo para suspender la cotización de las acciones de KBC hoy lunes si a la apertura de los mercados bursátiles aún no está concluido el acuerdo sobre el paquete de ayuda.

"KBC no tienen ningún problema de solvencia, sino de liquidez, como los demás bancos", subrayó Clerfayt. KBC era el único gran grupo bancario belga que aún no había recurrido a la ayuda estatal, después del salvamento de Fortis y Dexia.

Las negociaciones entre el Gobierno y los directivos de KBC giraban anoche sobre la fórmula concreta que se usará para la inyección de capital de 3.500 millones y sobre la representación que obtendrá el Estado en el consejo de administración o en los órganos de supervisión del grupo. Otro de los puntos en discusión era si los representantes estatales dispondrán de derecho de veto sobre determinadas decisiones de la cúpula del banco.

Los actuales accionistas de KBC quieren evitar que la inyección de capital público diluya su poder en el seno de la entidad y proponen que se siga el modelo utilizado por Holanda el 19 de octubre para apuntalar el grupo ING. El Gobierno holandés aportó 10.000 millones de euros al capital de ING con acciones sin derecho a voto a cambio del nombramiento en el 2009 de dos representantes en el consejo de supervisión del grupo.

ESTIMACION DE PERDIDAS KBC estima que sufrirá unas pérdidas de unos 930 millones de euros en el tercer trimestre de este año, según reconoció la entidad en un comunicado el 15 de octubre. Estas pérdidas son fruto principalmente de las inversiones en los productos asociados a las hipotecas basura de EEUU y a los préstamos realizados al quebrado banco norteamericano Lehman Brothers, según los datos de la propia entidad.

Las acciones de KBC, que cotizaban por encima de los 90 euros en enero, cerraron el viernes con una cotización de 26,7 euros, con un derrumbe del 7% en un solo día. Los beneficios netos en la primera mitad del año ascendieron a 1.047 millones de euros, lo que supone una caída del 46% respecto al mismo periodo del año anterior.