Abertis registró el año pasado un beneficio neto de 796 millones de euros, que supone un descenso del 57% al compararse con un ejercicio en el que el grupo registró grandes plusvalías por la salida a bolsa de su partiicpada Cellnex. Si la comparación se realiza en términos homogéneos, las ganancias registraron un alza del 13%.

La compañía ha mejorado sus principales magnitudes, que han crecido por encima de sus previsiones: el resultado de explotación alcanzó los 3.240 millones de euros (+20%) y los ingresos ascendieron a 4.936 millones de euros (+13%), impulsados principalmente por la mejora del tráfico y la incorporación de nuevos activos.

Las magnitudes consolidadas se han visto afectadas en este periodo por la evolución negativa de los tipos de cambio en Latinoamérica (Brasil, Chile y Argentina). Sin embargo, la mejora de los márgenes operativos permite compensar estos efectos.

Los ingresos de explotación en el ejercicio 2016 alcanzaron los 4.936 millones de euros, un 13% más respecto al ejercicio 2015, impulsados por el aumento del tráfico y la incorporación al perímetro de Autopista Central en Chile, de las autopistas A-4 y A-31 en Italia y de Túneles en España.

El resultado bruto de explotación alcanzó los 3.240 millones de euros (+20%), gracias, entre otros factores, a la buena evolución de los márgenes operativos. Sin tener en cuenta la incorporación de nuevos activos al perímetro avanzó un 9%.

MÁS CONTROL EN FRANCIA

Por su parte, la compañía cuyo vicepresidente ejecutivo y consejero delegado es Francisco Reynés ha cerrado un acuerdo con AXA République para la compra de una participación del 9,56% en Holding d’Infrastructures de Transport (HIT), la compañía que controla el 100% de la filial francesa de Abertis, Sanef, por 446 millones de euros.

La operación, que se une a la reciente adquisición del 10,52% de HIT a la CDC por 491 millones de euros, impulsará el control de Abertis sobre HIT desde el 63,07% actual hasta el 72,63%.

Con esta transacción, Abertis refuerza su estrategia de crecimiento en aquellos países sólidos, con marcos concesionales estables y con una clara voluntad de apostar por la colaboración público-privada en el sector de las autopistas, como ha hecho recientemente en Italia. A la vez se irá reduciendo el peso de España, donde entre el 2019 y el 2021 vencen las concesiones de dos de sus autopistas más importantes, la AP-7 y la AP-2.