LA ENTIDAD aragonesa ganó 30 millones de euros en el primer semestre y destinó 63 millones a provisiones contra insolvencias, de los que 24 millones fueron una aportación voluntaria. La morosidad de la CAI se situó en el 4,41%, inferior a la del sector, y las coberturas contra esos activos en riesgo de impago quedaron en el 59%.