El anuncio realizado por Nissan de que logró un récord de beneficio en el 2006 con 87,3 millones de euros, un 37% más que en el 2005, ha torpedeado las negociaciones al considerar los sindicatos que es incongruente reclamar más sacrificios a la plantilla con esas ganancias.

La empresa también ha planteado a las autoridades catalanas y a las de la Administración central la necesidad de mantener un precio bajo por el alquiler del espacio que ocupa debido a la caída de márgenes.