Las autoridades alemanas han garantizado a la Comisión Europea que ofrecerán ayudas financieras para la supervivencia de Opel sea cual sea la empresa que finalmente se haga con la filial europea de General Motors y con independencia del modelo de reestructuración.

Berlín trata así de calmar a la Comisión, que la semana pasada dijo tener "indicios significativos" de que la ayuda prometida por Alemania a Opel estaba "precondicionada" a que Magna, que cuenta con el apoyo del banco ruso Sberbank, fuese la elegida para hacerse con el control de Opel. El portavoz comunitario de Competencia, Jonathan Todd, confirmó hoy en rueda de prensa que el Gobierno alemán ha escrito a General Motors y al fondo que gestiona Opel -con copia a Bruselas- para dejar claro que la asistencia se facilitará con independencia del inversor seleccionado y del plan de reestructuración que éste plantee.

Varios países que cuentan con plantas de Opel, como España, Bélgica y Reino Unido, habían denunciado públicamente que Alemania había negociado con Magna un trato más favorable a las factorías en su territorio, en detrimento de las localizadas en otros países, a cambio de un crédito de 4.500 millones de euros. El portavoz de la Comisión señaló que "la pelota está ahora en el tejado de las compañías". Si éstas deciden, visto el nuevo compromiso de Berlín, que siguen apostando por vender Opel a Magna, o que optan por otro comprador, "sería bueno", dijo Todd, aunque precisó que tampoco eso supondría "el fin de la historia".

Así, recordó que el ejecutivo comunitario todavía está a la espera de que el Gobierno alemán facilite información detallada sobre las condiciones financieras de las ayudas que planea dar a Opel.