Alemania vive un auténtico terremoto a propósito de las primas que percibieron los antiguos directivos del Dresdner Bank. El Gobierno alemán está decidido a presionar para que la antigua cúpula de la entidad adquirida por el Commerzbank devuelva los millonarios bonos que cobraron pese a las pérdidas acumuladas por la entidad, superiores a los 6.000 millones de euros.

La cancillera, Angela Merkel, y otros miembros de su Gobierno lanzaron ayer duras críticas a los banqueros que, pese a la crisis financiera y a que algunos bancos solo pueden sobrevivir gracias a las ayudas estatales que perciben, se han permitido bonificaciones desproporcionadas.

El más duro con los banqueros y, concretamente, con los exdirectivos mencionados fue el ministro de Interior, Wolfgang Schäuble que, en un congreso regional de su partido, calificó a los exdirectivos del Dresdner Bank de "sepultureros de la economía social de mercado", por dejar el banco con grandes indemnizaciones, pese a los malos resultados de su gestión.

Merkel, sin referirse de manera explícita al Dresdner Bank, aprovechó su participación en un acto con representantes de las pymes para elogiar la seriedad de estas compañías. En esta línea, contrastó el trabajo duro de este sector de la economía con el de aquellos que están convencidos de que, "pese a su mal trabajo, pueden recibir grandes bonificaciones".

LOS MEJOR PAGADOS El titular de Economía, Karl-Theodor zu Gütenberg, en declaraciones al Bild , apeló a los directivos bancarios a que renuncien a sus bonificaciones o las donen. Pese a que el Dresdner Bank tuvo en el 2008 pérdidas por 6.300 millones de euros, los nueve integrantes del consejo directivo recibieron bonificaciones por valor de 58 millones de euros, duplicando así las del año anterior. El equipo directivo de esta entidad fue uno de los mejor pagados de Europa el pasado año.