Alemania y Francia lanzaron ayer en París una ofensiva contra los paraísos fiscales. Particularmente duro fue el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrück, que la emprendió contra Suiza y pidió su inclusión en la lista negra de paraísos fiscales de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que solo consta ahora de tres países: Mónaco, Andorra y Liechtenstein.

"Suiza ofrece condiciones que animan al contribuyente alemán a defraudar. En mi opinión, pues, Suiza debe figurar en tal lista", dijo Steinbrück refiriéndose al registro de países que la OCDE considera paraísos fiscales. El ministro alemán, del Partido Socialdemócrata, evocó también la dificultad de cooperar por parte de las autoridades suizas en casos de fraude fiscal comprobado. El pasado febrero, los servicios secretos alemanes descubrieron la identidad de 1.400 personas de 40 países que escondían su dinero en Liechtenstein.

PROGRESO INSUFICIENTE Más prudente, el ministro francés de Presupuestos, Eric Woerth, estimó que Suiza había hecho progresos, pero insuficientes, y se mostró favorable, como todos los reunidos, a ampliar la lista negra de la OCDE, aunque no citó a ningún país. En junio, París y Berlín organizarán otra reunión para revisar el cumplimiento de las medidas.