El retroceso de las plazas internacionales provocó la séptima caída consecutiva de la bolsa española, que se saldó con una bajada del 0,94 por ciento a pesar de la bajada de los tipos de interés en Europa del 2,5 al 2 por ciento.

Así, el principal indicador de la bolsa española, el Ibex-35, bajó 81,60 puntos, equivalentes al 0,94 por ciento, hasta 8.611,10 puntos. El mercado nacional acumula unas pérdidas del 6,36 por ciento desde el comienzo de año.

En Europa, con el euro a 1,308 dólares, las pérdidas fueron mayores, ya que Fráncfort cayó el 1,94 por ciento; Milán, el 1,92 por ciento; París, el 1,84 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 1,77 por ciento, y Londres, el 1,42 por ciento.

La caída cercana al 3 por ciento de Wall Street en la víspera no impidió que la bolsa empezara la sesión con pequeñas ganancias que le permitían superar el nivel de 8.700 puntos.

Sin embargo, la bolsa cambió de tendencia rápidamente, forzada por las malas noticias procedentes de grandes empresas, como los despidos en Motorola, la necesidad de nuevas ayudas de Bank of America o las previsiones de pérdidas de Nissan.

Así, una hora después de la apertura, el mercado nacional, que ignoraba la bajada de la inflación en España el año pasado hasta el 1,4 por ciento, descendía hasta 8.500 puntos. Tampoco hacía mucho caso al retroceso de la inflación en la zona euro al 1,6 por ciento.

Al mediodía, los resultados de JP Morgan, que ganó el 76 por ciento menos el año pasado, hasta 702 millones, animaron a la bolsa, que volvió a superar el nivel de 8.700 puntos.

Las estimaciones de la OPEP, que prevé un descenso del 0,2 por ciento de la demanda mundial de petróleo, no impidió que la cotización del Brent superara 47 dólares por barril.

El recorte de los tipos de interés por el Banco Central Europeo, del 2,5 al 2 por ciento, además de desencadenar la depreciación del euro, que bajó de 1,31 dólares, trajo pérdidas a la bolsa, al igual que el aumento de las peticiones semanales de subsidios de desempleo en Estados Unidos, de 470.000 a 524.000.

La apertura a la baja de Wall Street, presionado por el sector financiero (Bank of America y Citigroup bajaba alrededor del 20 por ciento al cierre español) y tecnológico aumentaba la caída de las plazas europeas.

Al final de la sesión, los parqués del Viejo Continente moderaban su caída, aunque el mercado neoyorquino bajara cerca del 2 por ciento, sin que pudiera beneficiarse del descenso del 1,9 por ciento de los precios de producción estadounidenses en diciembre y de la mejora de la actividad industrial en el este del país.

Todos los grandes valores bajaron: Repsol, el 3,36 por ciento, con el Brent a cerca de 44 dólares al cierre, en tanto que Telefónica perdió el 1,19 por ciento; Iberdrola, el 0,34 por ciento; Banco Santander, el 0,33 por ciento, y BBVA, el 0,27 por ciento.

Inditex registró la mayor caída del Ibex, el 4,16 por ciento, seguida de Sacyr, que perdió el 3,71 por ciento, en tanto que Acerinox bajó el 3,48 por ciento. A continuación se situó Repsol y después OHL, que cedió el 3,12 por ciento.

Iberdrola Renovables comandó las ganancias con una subida del 3,41 por ciento, en tanto que Iberia avanzó el 3 por ciento, y Banesto, el 2,76 por ciento.

En el mercado continuo destacó la caída de Iberpapel, el 6,7 por ciento, mientras que Española de Zinc volvió a liderar las ganancias con un avance del 11,36 por ciento.

La rentabilidad de la deuda española a largo plazo subía nueve tres centésimas y se situaba en el 4,03 por ciento, mientras que el efectivo negociado en el mercado continuo bajó a 2.851 millones, de los que un poco más de 600 procedieron de operaciones cursadas entre inversores institucionales.