Las carteras no quieren salir del bolsillo este principio del año, a tenor de lo vivido ayer en las bolsas mundiales: temor a la recesión, dudas sobre la evolución del petróleo y, como cautela, repliegue de posiciones.

La de Nueva York fue la bolsa que marcó la tendencia del resto de parquets . Conocido el brusco parón del empleo en EEUU en diciembre (el paro ha subido al 5%), los inversores prefirieron esperar mejores oportunidades.

Algo similar sucedió en Europa, donde se esperan signos más claros sobre el alcance de la situación norteamericana y sus consecuencias en términos de encarecimiento del petróleo, de dificultades de liquidez del sistema financiero y de efectos de freno sobre el crecimiento.

La bolsa española, que además mantiene su particular vía crucis con el sector inmobiliario, fue una de las oscilantes en la sesión de ayer, en la que llegó a perder más del 2%. Al final, cerró con una caída del 1,71% en el índice Ibex 35 y en las primeras sesiones del 2008 acumula pérdidas del 3,9%. Un porcentaje similar se dejó el Cac 40 francés (1,79%). El retroceso fue algo más leve en el índice Dax de Fráncfort (1,26%), mientras que la bolsa londinense actuó contagiada de lo que acontecía al otro lado del Atlántico y su índice Footsie cedió el 2,02%.

En la caída del mercado español no solo influyeron el precio del petróleo, que sigue coqueteando con los 100 dólares, y el temor a la crisis de EEUU. Si esos elementos eran insuficientes, Sacyr sufrió una estrepitosa caída del 8,92% motivada por un error de un operador del mercado que la víspera lanzó órdenes de compra equivocadas, lo que hizo repuntar el precio de la acción el 6,87%. Ayer, sin embargo, se corrigió la cotización.

MAS AHORRO EN ESPAÑA Lejos de la vorágine diaria de los movimientos de capitales, la tasa de ahorro de los hogares españoles, afectados desde principios de año por el incremento de los tipos de interés y desde septiembre por el repunte del IPC, presenta "síntomas" de mejora, según publica el Ministerio de Economía y Hacienda.

El crecimiento del gasto en consumo de los hogares (5,3%) se sitúa por debajo del de la remuneración de los asalariados (7,3%), lo que apunta a esta "posible mejora" en la tasa de ahorro de las familias. Con todo, el Gobierno opina que aún es pronto para ver un cambio.

El consumo privado se mantiene en una senda de moderación, especialmente la inversión en construcción. Así, de acuerdo con los datos que maneja el gabinete de economistas del vicepresidente Pedro Solbes, se produce un avance hacia una situación más equilibrada del PIB.

La desaceleración en el sector de la construcción, la recuperación del ahorro en los hogares y la composición más sana del patrón de crecimiento tiene como contrapartida, según apuntan los indicadores, una menor creación de empleo que podría no ser absorbido en su totalidad por el crecimiento de la industria.