La tormenta especuladora en torno a la deuda ha perjudicado directamente a la bolsa española durante las últimas semanas. Con el recorte del 0,62% registrado en la última sesión de noviembre, el desplome durante todo el mes ha llegado al 14,29%, porcentaje que supone el peor balance mensual desde octubre del 2008.

Las pérdidas acumuladas en el año por el índice Ibex 35, que agrupa a los 35 valores de mayor actividad bursátil de los mercados españoles, alcanza ya el 22,39%. En Europa, con el euro a 1,303 dólares, también las bolsas acusan el predominio de las ventas y la apuesta bajista de los inversores.

Desde un punto de vista técnico, los analistas consideran que hasta que el Ibex no suba por encima de los 9.676 puntos no parece que vaya a cambiar el panorama. Pese a ello, los altos niveles de sobreventa y el mes de continuos descensos hace pensar en un rebote inminente.

La cuantificación del rescate a Irlanda en 85.000 millones de euros y la aprobación del nuevo mecanismo de estabilidad financiera europea no han sido el cortafuegos efectivo que los mercados necesitan. La crisis de solvencia en Europa, lejos de estar limitada al ámbito local de Grecia e Irlanda, extiende sus tentáculos por otros países periféricos entre los que se encuentra España.

Bruselas insta a los inversores y a la opinión pública a volver a la cordura y eliminar las valoraciones sin fundamento que no hacen más que fomentar la inestabilidad. Mientras tanto, los diferenciales de la deuda española con respecto al Bund alemán alcanzan máximos (hasta 300 puntos), pero Italia y Bélgica comienzan también a pagar la factura en forma de mayores intereses por sus emisiones.