La fuerte exposición de los bancos de la zona euro a la renta fija de sus respectivos países les ha supuesto un castigo. Las bolsas de los países con mayores problemas presupuestarios, la griega y la española, vieron cómo sus índices caían más del 2%. En España los más afectados fueron el Santander, que perdió más del 4%, y el BBVA (el 3%).

Para superar la crisis, estos estados han emitido deuda hasta niveles poco recomendables. Y los bancos han comprado deuda a largo plazo de los emisores públicos para compensar el estrechamiento del margen de su negocio. Si los estados se ven obligados a realizar nuevas emisiones, se podría dar el caso de que no pudieran pagar.