La Bolsa española rompió hoy su racha de cinco sesiones consecutivas al alza con un descenso del 2,40 por ciento que le llevó a perder los 14.300 puntos, lastrada por la incertidumbre que rodea a la reunión del BCE mañana y por los malos datos sobre vivienda y empleo publicados en Estados Unidos. Con las constructoras como las más perjudicadas de la jornada, dada su exposición a los cambios en los tipos de interés, el Ibex-35 se dejó 350 puntos, equivalentes al 2,40 por ciento, y cerró en 14.240,10 unidades.

Esta bajada, la mayor que se registra desde mediados de agosto, ha anulado gran parte de la recuperación vivida en las últimas cinco sesiones (+3,9%). El Índice General del Mercado de Madrid, con todos los sectores en rojo, cedió el 2,30 por ciento y el tecnológico Nuevo Mercado, el 2,63 por ciento. El resto de plazas europeas también acabaron con fuertes retrocesos, que fueron del 1,73 por ciento para Fráncfort, del 1,66 por ciento para Londres, del 2,14 por ciento para París y del 2,42 por ciento para Milán.

Pese al cierre en positivo el martes de Nueva York, los mercados del Viejo Continente abrieron a la baja lastrados por la incertidumbre que rodea a la reunión de mañana del Banco Central Europeo (BCE), en la que se decidirá el futuro de los tipos en la zona euro. Aunque la mayoría de los expertos opina que el BCE mantendrá el tipo básico en el 4 por ciento para devolver la tranquilidad a los mercados de crédito, otros estiman que los elevará en un cuarto de punto para mantenerse firme en su política monetaria.

A esta incertidumbre, se sumó la apertura a la baja de Wall Street, después de que un informe de la firma Automatic Data Procesing (ADP) sugiriese que podría producirse una desaceleración de la creación de empleo en Estados Unidos. Las cifras compiladas por ADP reflejan que en el sector privado se añadieron 38.000 empleos de julio a agosto, lo que representa el menor incremento mensual desde junio de 2003.

El pésimo dato de ventas pendientes de viviendas en julio añadió más leña al fuego y lastró a un cada vez más debilitado sector inmobiliario y constructor. Este indicador se desplomó en el séptimo mes del año un 12,2 por ciento, frente a la caída del 2,2 por ciento prevista por los expertos, y se situó en 89,8 puntos, el nivel más bajo desde septiembre de 2001, ante las dificultades de muchos hipotecados de hacer frente a sus préstamos.

El que el BCE señalara su disposición a inyectar mañana más liquidez adicional en el mercado ante el aumento de la volatilidad y que el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal metieran hoy en el sistema 8.900 y 8.500 millones de dólares en el sistema, respectivamente, no calmó los ánimos.

En España, las constructoras lideraron las caídas del Ibex-35, encabezadas por Sacyr Vallehermoso, que se dejó el 5,80 por ciento, mientras que Acciona cedió el 3,98 por ciento, Ferrovial, el 3,98 por ciento; ACS, el 3,92 por ciento y FCC, el 3,25 por ciento. Los grandes valores también sufrieron severos recortes, que fueron del 2,73 por ciento para Santander, del 2,74 por ciento para Telefónica, del 2,27 por ciento para BBVA, del 2,83 por ciento para Repsol YPF y del 2,13 por ciento para Iberdrola, mientras que Endesa fue la única cotizada del selectivo que ganó (0,03 por ciento).

De los 130 valores que forman parte del mercado continuo, sólo catorce acabaron en positivo, con Nicolás Correa (2,01 por ciento), Fadesa (1,73 por ciento) y Pescanova (1,18 por ciento). Al frente de las pérdidas se situó Grifols, que se dejó el 5,81 por ciento, mientras que Zeltia perdió el 5,63 por ciento y Astroc el 5,15 por ciento.

En el mercado secundario de deuda, la rentabilidad del bono español a diez años bajó 7 centésimas, hasta el 4,33 por ciento.