Las bolsas recorrieron de vuelta parte del camino desandado el martes. Una brumosa jornada en la mayoría de los parquets occidentales, y tormentosa en el mercado español, tuvo ayer el contrapunto que corresponde al habitual rebote alcista tras caídas importantes. Las mayores plazas europeas subieron en torno al 1%, salvo la española, que se distinguió con un alza superior, del 1,7% --hasta los 13.037 puntos--, como en la jornada previa se había adelantado con un desplome mayor (5,19%).

"La bolsa española no solo había subido más, sino que tiene presente que nuestra economía puede verse más afectada por la crisis que la de otros países al haber estado más expuesta a la burbuja inmobiliaria", comentó David Navarro, analista de Inversis Bolsa. En todo caso, los inversores apadrinaron la reacción compradora con un ojo puesto en posibles nuevas dificultades. Los bancos --salvo el Santander, que hoy presenta sus resultados, por lo que hubo toma de posiciones en el valor-- y las constructoras no se vieron muy beneficiadas por la reacción compradora.

Y es que los datos macroeconómicos que se conocieron la jornada anterior cayeron como una losa entre los operadores. Particularmente, el índice que mide la actividad en el sector de los servicios, que fue mucho peor de lo que esperaban los mercados y apunta a la recesión o estancamiento de la actividad en EEUU, y a una desaceleración en las economías europeas. Para los analistas, esos datos empiezan a mostrar que la crisis se traslada a la economía real. Según Angel de Benito, gestor de Banif, "falta crédito, las compañías no se fían y se genera una situación más problemática en cuanto a la confianza y la abundancia de dinero para prestar".

Ayer, la lógica reacción del mercado neoyorquino tras una caída de casi el 3% se vio acompañada por algún buen dato. Las solicitudes semanales de hipotecas en EEUU hasta el día 1 de febrero experimentaron un incremento del 3%, el mayor crecimiento desde marzo del 2004.

Por otro lado, los fondos de inversión perdieron 554.453 partícipes en el 2007, hasta los 8,26 millones (6,3% menos). La patronal Inverco achacó ayer el descenso a la guerra del pasivo impulsada por las entidades bancarias para reforzar su liquidez. Los fondos de pensiones tuvieron mejor evolución, gracias a las aportaciones que se realizan a final de año por motivos fiscales, su política conservadora de inversiones y la aportación positiva de las bolsas mundiales.