El presidente del banco Santander, Emilio Botín, pidió ayer a las autoridades, especialmente a las europeas, una "hoja de ruta" que dé respuestas coordinadas y "no generen confusión ni problemas en los mercados", al tiempo que reclamó a las entidades que gestionen con más prudencia el riesgo. El presidente del Santander, una de las entidades que parece soportar mejor las turbulencias del momento, cree que las soluciones técnicas que se han aplicado no han sido suficientes para devolver la confianza. "Se necesita dar señales inequívocas bajo un liderazgo claro" y compartido en un mundo global.

En el discurso de inauguración de la I Conferencia de Banca Internacional de su grupo, Botín pidió que se "evite el riesgo moral". Lo que, a su juicio, significa que no debe transmitirse el mensaje de que "se puede actuar sin responsabilidad sobre los errores que se cometan".

EXCESOS Y EUFORIA El origen de la crisis financiera internacional no está solo en el mercado americano --consideró--, ni se ciñe exclusivamente a las hipotecas subprime. Estos factores solo activaron las turbulencias. El problema han sido "los excesos" y la pérdida de referentes en un entorno muy favorable, lo que obliga a volver a los aspectos fundamentales: conocer muy bien a los clientes y los productos y evaluar adecuadamente los riesgos.