La banca europea no quiere un supervisor del sistema bancario para cada país. El presidente del Deutsche Bank --el primer banco continental--, Ralf Breuer, pidió ayer en Londres la unificación de los supervisores bancarios estatales "ante el incremento de costes para la banca que suponen 14 supervisores distintos en la UE, unos costes que al final acaban pagando los usuarios". Esa petición supone, de facto, elevar las competencias del Banco Central Europeo (BCE) más allá de la política monetaria y rebajar las de los bancos centrales de cada país, como el Banco de España, que ha recibido fuertes críticas por su labor supervisora.

Para el primer ejecutivo del banco alemán, que participó en la II Conferencia de Antiguos Alumnos del IESE en Londres, "todos los sistemas de supervisión están pensados para proteger al cliente, pero al final generan unos costes que lógicamente se trasladan al mismo cliente".

HACIA LA CONCENTRACION

Según Breuer, el sector bancario europeo tiende "inevitablemente" hacia la concentración, y explicó que las entidades financieras deberán subcontratar buena parte de sus servicios en Europa y trasladarlos a países de mano de obra mas barata, entre los que citó a la India. La ampliación europea "supone un mercado potencial de 160 millones de clientes, pero también grandes riesgos y grandes posibilidades de perder dinero", dijo.