En plena corriente de opinión contra Goldman Sachs --acusado por las autoridades de EEUU de haber cometido fraude con las hipotecas subprime --, el primer ministro británico, Gordon Brown expresó ayer su deseo de abrir también una investigación en el Reino Unido sobre el gigante bancario estadounidense. En una entrevista en la BBC, el primer ministro expuso su sospecha de que el banco británico nacionalizado Royal Bank of Scotland (RBS) haya podido resultar perjudicado por operaciones financieras promovidas por Goldman Sachs. Por eso, expresó su deseo de que el regulador financiero británico (la FSA), independiente del Gobierno, abra "una investigación especial" inmediata al respecto.

"Hay cientos de millones de libras que se han negociado aquí y parece que no está claro lo que ocurrió", afirmó. En plena campaña, el mensaje de Brown se interpreta como un guiño a los votantes, irritados por los bonos que ciertos bancos pagan a sus directivos a pesar de haber sido rescatados con dinero público.