El nuevo presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, manifestó ayer a los directivos de esa compañía que la petrolera no participará en operaciones de concentración. En una reunión a la que también asistió el presidente saliente, Alfonso Cortina, expuso las líneas programáticas de la gestión de la empresa para los próximos años, y quiso tranquilizar a los trabajadores respecto a los intensos rumores sobre una posible fusión con Gas Natural.

Para calmar los ánimos, mostró un planteamiento continuista y adelantó que los ejes de actuación de la empresa para los próximos ejercicios se ajustarán al cumplimiento y desarrollo del plan estratégico 2003-2007, que calificó de "ambicioso" y acorde con el gran crecimiento de los últimos años. "Nuestro trabajo ahora debe concentrarse en el crecimiento orgánico de la compañía, sin que se contemplen en el horizonte posibles operaciones de concentración", precisó.

TRANSACCION CON IBERDROLA Brufau fue nombrado el miércoles presidente de la petrolera a instancias de La Caixa. Desde su anterior cargo de director general de la entidad financiera y presidente de Gas Natural impulsó el proyecto de fusión entre esa compañía e Iberdrola. Esta transacción no salió adelante, entre otras cosas porque Repsol se opuso a la misma, lo que tensó las relaciones entre el presidente saliente de Repsol y su sustituto.

Brufau, que transmitió su confianza en el actual equipo directivo de la compañía --encabezado por el consejero delegado, Ramón Blanco--, tuvo palabras de agradecimiento para su antecesor en el cargo, Alfonso Cortina, del que dijo "me deja una tarea muy difícil, porque con su gestión Repsol YPF ha dado un enorme salto cualitativo y cuantitativo". La vacante que produce la salida de Cortina del consejo de Repsol YPF será cubierta por Jordi Mercader Miró, vicepresidente segundo de La Caixa.

CAMBIOS EN LA GASISTICA Brufau, por su parte, no abandona el consejo de Gas Natural --de la que la petrolera es accionista junto con La Caixa-- si no que se convierte en su vicepresidente, cargo no ejecutivo de nuevo cuño. El consejo de administración de la gasística nombró también ayer a Salvador Gabarró, vicepresidente de La Caixa y consejero de la compañía, como presidente de Gas Natural en sustitución de Brufau.

Estas decisiones suponen la renuncia de Juan Sancho Rof para mantener los equilibrios establecidos en el pacto societario entre La Caixa y Repsol (cinco consejeros de Repsol, cinco de La Caixa y seis independientes propuestos por mitades). Brufau pasa de representar a la caja, como hacía hasta ayer, a defender los intereses de la petrolera.

El ministro de Industria, José Montilla, rechazó las críticas: "No tengo constancia de estas afinidades", dijo. "La afinidad que tiene Brufau es con la institución que representa, que es La Caixa, y con los intereses del conjunto de accionistas y de las empresas que ha presidido". En todo caso, apuntó que Brufau "ha desarrollado satisfactoriamente" los cargos que ha ocupado. Por contra, el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Vicente Martínez Pujalte, se manifestó asombrado "de que el Gobierno, en vez de dedicarse a mejorar los servicios públicos de su competencia, lo que quiere es, con perdón, mangonear en empresas privadas".

Las reacciones también llegaron del otro lado del Atlántico. Los periódicos argentinos se hacían eco ayer de que el Gobierno de Néstor Kirchner ve con buenos ojos la llegada de Brufau ya que las relaciones con Cortina eran ásperas.