Ocho países de la UE, entre ellos España, corren el riesgo de sufrir un desequilibrio de sus finanzas públicas en los próximos años por el aumento del gasto público que provoca el progresivo envejecimiento de la población. Esta fue la advertencia que el Ejecutivo comunitario lanzó en la presentación del informe sobre el estado de las finanzas públicas europeas.

España y Grecia, además, son los dos países más proclives a vivir una situación comprometida por el efecto que tendrá el aumento del gasto en sanidad y pensiones, de acuerdo con los pronósticos del estudio que ayer presentó el comisario español Pedro Solbes, responsable de Asuntos Económicos y Monetarios.

En el lado más previsor se hallan Dinamarca, Luxemburgo, Holanda, Finlandia, Bélgica, Suecia y Reino Unido. Estos países, a juicio de los economistas de la Comisión Europea, "parecen tener" unas cuentas públicas más sostenibles. El resto de socios, en cambio, afrontan problemas de mayor o menor intensidad.

AVANZARSE A LA CRISIS

En rueda de prensa, Solbes reiteró un mensaje que ya ha usado en otras ocasiones: la situación demográfica y la estructura de los sistemas de pensiones obligan a que "se adopten medidas ambiciosas y de inmediato". La urgencia de su advertencia, dijo, está motivada porque "sólo tenemos una posibilidad" para ordenar las finanzas públicas antes de que se note el impacto presupuestario que tendrá el envejecimiento de la población en el 2010.

"En general, debemos reformar nuestros sistemas de pensiones y reducir los déficit y la deuda porque si no la brecha financiera será insostenible", indicó el representante comunitario tras reconocer que las situaciones son diferentes en cada país.

En el caso español, el informe indica que el gasto en pensiones se prevé que aumente el equivalente al 8% del producto interior bruto (PIB) entre el 2000 y el 2040. No obstante, el informe recuerda que se han presentado unas proyecciones revisadas con incrementos mucho menores.

España ha conseguido una posición presupuestaria "cercana al equilibrio o en superávit", admite el informe. "Para asegurar la sostenibilidad, el principal desafío es reformar el sistema público de pensiones, con el fin de contener todo aumento de los gastos derivado del envejecimiento de la población", prosigue el texto oficial.

Países como Alemania, Francia, Austria y Portugal afrontan desequilibrios en sus cuentas por el gasto en pensiones y en sanidad, así como por la lenta reducción de la deuda pública, factor este último que también causa problemas en Bélgica, Grecia e Italia.

Solbes indicó que, aunque Bruselas ha analizado el problema y ofrece sus orientaciones de política económica, corresponde a cada país "extraer las conclusiones" y "decidir medidas específicas".