Los 27 gobiernos de la Unión Europea (UE) cerraron ayer el acuerdo político definitivo que obligará a las compañías de telecomunicaciones a rebajar el coste de las llamadas de teléfono móvil que los usuarios realicen o reciban en un país de la UE distinto al de origen. El siguiente objetivo en esta batalla por garantizar precios justos para el consumidor, según anunció ayer la comisaria de Sociedad de la Información en el Consejo de ministros de Transportes, Telecomunicaciones y Energía, serán los mensajes de texto (SMS) y el acceso a internet desde el móvil.

Durante el debate, la comisaria de Sociedad de la Información, Viviane Reding, se mostró satisfecha con la aprobación de una de las medidas más contundentes promovidas por la Comisión Europea en los últimos meses. Acto seguido, reclamó la reducción en los precios aplicados al envío de SMS y la transmisión de datos, y anunció que someterá a las empresas del sector a un estrecho marcaje para ver cómo responden a la demanda.

UN AÑO Y MEDIO DE PLAZO Así, Reding dará 18 meses de plazo para ver qué respuesta dan las operadoras y si las tarifas siguen sin bajar. Pasado este periodo, la Comisión planteará de nuevo la posibilidad de regular los precios de estos dos segmentos.

En caso contrario, Bruselas tiene claro que este segmento deberá ser objeto de una reglamentación similar a la que ayer aprobaron los 27 ministros de la UE para la telefonía móvil. Este acuerdo incluye una tarifa máxima (más IVA) en el 2007 de 49 céntimos por minuto para las llamadas realizadas y de 24 por las recibidas por particulares. El precio minorista --el que paga un operador por usar la red de otra compañía en el extranjero-- queda en 30 céntimos por minuto. Estas "eurotarifas" se reducirán gradualmente durante los dos próximos años.

El reglamento incluye también exigencia de transparencia a las compañías.