La Comisión Europea autorizó ayer provisionalmente el nuevo plan de salvamento financiero de la multinacional francesa Alstom, después de que el Gobierno francés renunciara expresamente a incrementar su participación en el capital de la empresa.

El compromiso alcanzado in extremis entre el Ejecutivo comunitario y las autoridades francesas ha evitado la suspensión de pagos del gigante industrial, que afronta graves problemas de liquidez debido a su elevado endeudamiento, de 5.000 millones de euros (831.930 millones de pesetas). El nuevo plan asciende a 3.200 millones de euros e implica un mayor esfuerzo financiero de los bancos acreedores.

El comisario de Competencia, Mario Monti, anunció que el Ejecutivo comunitario levantaba el veto al plan de saneamiento tras los cambios introducidos por el Gobierno francés para respetar las normas europeas sobre ayudas estatales y libre competencia. Las difíciles negociaciones han sido dirigidas personalmente por Monti y el ministro francés de Economía y Finanzas, Francis Mer.

"Tengo el placer de anunciar que las autoridades francesas han aceptado modificar el plan de apoyo de una manera que satisface íntegramente las condiciones planteadas por la Comisión Europea", declaró Monti en una conferencia de prensa.

El compromiso descansa en la renuncia del Gobierno francés a inyectar 300 millones de euros en el capital de Alstom, lo que incrementaría la participación estatal en el grupo, cifrada actualmente en 3.175 millones de euros (el 55% del total).

AYUDA FRANCESA

La ayuda pública francesa en el nuevo plan se realizará a través de la suscripción de emisiones de deuda de Alstom por un importe global de 800 millones de euros (133.108 millones de pesetas). De esa cifra, 500 millones se materializarán en obligaciones a 5 y 15 años, y los 300 millones en títulos de deuda subordinada a 20 años serán reembolsables en acciones. Sin embargo, este canje en acciones sólo podrá efectuarse con autorización de la Comisión.

"De inmediato, el Estado aportará una liquidez bajo la forma de deuda, pero no en forma de fondos propios", destacó Monti. La autorización provisional al plan de salvamento no paralizará la investigación a fondo sobre la compatibilidad del mismo con la norma comunitaria. Pero Monti prometió realizar esa investigación con "espíritu constructivo".

El comisario estimó que necesitará al menos seis meses para concluir esa investigación, pero la renuncia del Gobierno a suscribir la ampliación de capital evita que se produzcan medidas irreversibles que la Comisión Europea no podía aceptar.