La economía española adolece de graves deficiencias que amenazan con comprometer su capacidad de crecimiento a medio y largo plazo, según critica la Comisión Europea en el informe anual sobre la aplicación de las grandes orientaciones de política económica de la Unión Europea (UE), que hará público el próximo miércoles. El análisis ha sido elaborado por el equipo del comisario de Asuntos Económicos, Pedro Solbes.

El informe, al que ha tenido acceso este diario, critica la elevada inflación, la falta de competencia en el comercio minorista, el bajo gasto público en educación, el pobre crecimiento de la productividad, los abusos de la contratación temporal, la reducida participación laboral de la mujer, las deficiencias del mercado de la vivienda y la ausencia de una reforma del sistema de pensiones.

DEFICITS OCULTOS Solbes destaca que el actual crecimiento económico español, muy superior a la media de la UE, oculta graves problemas que pueden comprometer el desarrollo futuro de España. La inflación, aunque se ha reducido en el 2003, "permanece por encima de la media europea, aumentando la preocupación sobre la competitividad de la economía española a medio plazo", señala el informe.

Otro problema grave es "la insuficiente competitividad" en la distribución y comercio minorista, debido a que "la entrada en el mercado está aún inhibida por la multiplicidad de requerimientos para obtener una licencia de apertura". El bajo nivel de competitividad, prosigue el informe, ha provocado que "los precios de este sector, y en especial de los alimentos, hayan aumentado sustancialmente en el 2003".

Pese a la creación de puestos de trabajo, la tasa de empleo español (58,4% de la población en edad laboral) continúa muy por debajo de la media europea (64,3%) y del objetivo del plan de Lisboa del 70%. Además, el gasto público en educación "es de los más bajos de la UE", advierte el informe. Y se señala como especialmente preocupante que la tasa de empleo femenina está en el 44,1%, 11,5 puntos por debajo de la media de la UE.