La Comisión Europea y Eurostat, el organismo responsable de la supervisión de las cuentas públicas de los estados de la UE, expresaron ayer su "profunda inquietud" por la falsedad de las cuentas públicas griegas desde el año 2000 y por sus implicaciones en la credibilidad del euro. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, anunció que estudiará la apertura de un expediente contra Grecia por violar las normas sobre contabilidad con datos falsos.

La revaluación de la contabilidad pública griega ha revelado que el país está en situación continuada de déficit público por encima del máximo permitido del 3% del PIB al menos desde el 2000, un año antes de su integración en el euro, en contra de lo exigido por el Tratado de la UE y el pacto de estabilidad. La infracción griega es más prolongada que la de Francia y Alemania.

El déficit público real en el 2000 fue del 4,1% del PIB, en lugar del 2% declarado por Grecia. En el 2001 y en el 2002 fue del 3,7% (en lugar del oficial 1,4%) y en el 2003 subió al 4,6% (en lugar del 1,7% oficial). El director general de Eurostat, Michel Vanden Abeele, no estaba satisfecho con "la credibilidad de los datos" facilitados por Atenas, por lo que va a enviar una misión al país para analizar las cuentas.

Eurostat aprovechó esta crisis de credibilidad de las cuentas en la zona euro para pedir la modificación de las normas de la supervisión de las cuentas de los estados y pedir medios para realizar auditorías en los 25 países de la UE. También anunció que analiza con España la forma de contabilizar ciertos costes regionales y partidas ligadas a las grandes obras públicas.