La reestructuración y salvamento de Opel, filial de la multinacional General Motors en quiebra, deberá realizarse de forma "coordinada" y "no podrá incluir ayudas financieras nacionales que no hayan sido autorizadas" por la Comisión Europea.

Esta es la advertencia oficial que transmitieron ayer los comisarios de Competencia, Neelie Kroes; de Industria, Günter Verheugen; y de Empleo, Vladimir Spidla, a los gobiernos de España, Alemania, Bélgica, Gran Bretaña, Polonia y Suecia, países que cuentan en su territorio con factorías de la multinacional. General Motors indicó en marzo que serían necesarios 3.300 millones de euros en ayudas para salvar Opel.