La Comisión Europea (CE) propondrá el miércoles que los agricultores acometan medidas de ajuste --como la gestión del agua o la elección de cultivos más resistentes, entre otras--, ante el cambio climático y el temor de que este eleve la inestabilidad de los ingresos en el campo, especialmente en el sur de Europa.

Las propuestas forman parte de un plan general, que hará público la CE para combatir el cambio climático en la salud humana y animal, la economía y el medio ambiente.

La CE instará a los países a que impliquen a sus agricultores en adaptarse a la nueva situación climatológica, ya que el calentamiento global, los temporales y la escasez de agua pueden perjudicar mucho a los cultivos y a la ganadería, sobre todo en zonas mediterráneas, según un borrador, al que ha tenido acceso Efe.

Para ello, la CE considera que los países deben preparar planes nacionales para el sector agrícola y, de una manera más específica, identificar las zonas "vulnerables". Bruselas aludirá a la caída de los rendimientos en los países más avanzados y en aquellos en desarrollo, con la consiguiente escasez de producciones, ante lo que es muy probable "que aumente la inestabilidad de los precios" en los mercados, según el documento preparado por la dirección general de Agricultura de la CE.

También insistirá en que serán necesarias soluciones para adaptar la agricultura, como una revisión de las épocas de siembra o de los tratamientos y mencionará el incremento de los riesgos de heladas para los frutales o para las viñas, de las plagas y en el caso de la ganadería, el documento recalcará que la falta de agua hará escasear más los pastos, sobre todo en las zonas mediterráneas.

Por este motivo, la CE aboga por una elección de cosechas y de variedades más adaptadas a la disponibilidad de agua y más resistentes a las nuevas temperaturas o a la humedad.

En este sentido, Bruselas señalará las nuevas posibilidades ofrecidas por la biotecnología, según el borrador, que no será definitivo hasta el miércoles.

En cuanto al uso del agua, Bruselas instará a los países a mejorar la gestión de suelos y las técnicas de riego y reciclado.

Respecto a la ganadería, sugerirá ideas como la adaptación de las dietas de los animales o la cría de especies más tolerantes al calor. La CE admite que algunos de los cambios pueden ser costosos para los productores, si bien cree que dentro de la Política Agrícola Común (PAC), reformada recientemente, hay instrumentos para apoyar tales medidas de ajuste.