Durante los últimos años la dimensión social ha sido la gran ausente en la agenda política de la Unión Europea. Con el auge delpopulismo y a escasas semanas de que comience oficialmente la negociación del brexit, el Ejecutivo comunitario ha decidido redoblar los esfuerzos para hacer realidad el viejo objetivo de conciliar la vida laboral y familiar. Su propuesta estrella: un permiso retribuido de al menos cuatro meses al que podrán acogerse tanto el padre como la madre, que no será transferible, pero que podrán utilizar hasta que el menor cumpla los 12 años de edad.

La legislación europea actual ya reconoce a los progenitores el derecho a una excedencia de cuatro meses para cuidar de hijos de hasta ocho años, pero las reglas no exigen que sea una baja pagada y solo permite a los padres transferirse tres de los cuatro meses. Bruselas propone ahora mejorar las condiciones para las familias. Si el plan sale adelante los trabajadores podrán beneficiarse de una compensación equivalente como mínimo a una baja por enfermedad.

“A corto plazo es verdad que es un coste pero es una inversión a largo plazo”, ha insistido la comisaria de empleo y asuntos sociales,Marianne Thyssen, sobre el los elemento que a buen seguro generará más polémica durante la negociación entre los Estados miembros y la Eurocámara. De hecho, en julio de 2015 la Comisión Europea ya se vio obligada a retirar de la mesa su propuesta para ampliar la baja remunerada por maternidad. Bruselas quería pasar de las 14 semanas actuales a las 18 semanas -el Parlamento Europeo pedía 20- pero once Estados miembros -incluidos Reino Unido, Alemania, Francia y Holanda- bloquearon la iniciativa.

El nuevo plan incluye, por primera vez, el derecho del padre a unabaja retribuida de paternidad de al menos 10 días tras el nacimiento del niño -en España es de cuatro semanas desde este año-, el derecho de los trabajadores a disponer de “cinco días de permiso por año”, retribuidos con el equivalente a una baja por enfermedad para cuidar de enfermos y dependientes, y el derecho a solicitar a la empresa unas condiciones de trabajo flexibles en términos de horarios y lugar de trabajo lo que actualmente solo está al alcance de los padres que terminan su baja de maternidad. No están cubiertos en cambio los trabajadores autónomos porque la directiva solo se refiere a los asalariados así que son los Estados miembros quienes en el futuro tendrán que decidir si les aplican las mismas condiciones.

COSTE DE LA BRECHA LABORAL

Según la Comisión Europea, cada año los Estados miembros pierden del orden de 370.000 millones de euros debido a la brecha laboral entre hombres y mujeres que sigue rondando los 12 puntos y que aumenta incluso por encima del 30% en el caso de las familias con niños de menos de seis años. Una brecha que aspiran a reducir con las nuevas medidas propuestas, encaminadas a aumentar las posibilidades de que los padres asuman una mayor responsabilidad en el cuidado de hijos y otros familiares y que no sean solo las madres las que carguen con ello a costa de su carrera laboral.

“Tenemos una población que envejece y vemos que hay un desajuste. Los empresarios no encuentran a las personas adecuadas. Hay muchas mujeres con talento que no trabajan porque no pueden combinar trabajo y cuidado”, justifica Thyssen sobre la necesidad de impulsar ahora una agenda más social . “A largo plazo las empresas también se van a beneficiar. Necesitamos personas para trabajar, nuevos talentos”, ha añadido la comisaria Vera Jourová que ha recordado que las mujeres siguen estando “infrarepresentadas” en el mercado laboral con una tasa de participación del 65% frente al 75% de los hombres.

CONSULTAS Y PILAR SOCIAL

Junto a la propuesta de conciliación, la Comisión Europea ha lanzadovarias consultas sobre contratos y acceso a la protección social, una aclaración sobre la directiva de tiempo de trabajo así una reflexión sobre la dimensión social de Europa de aquí a 2025 que arrancará con una consulta con los agentes sociales para evaluar la falta de acceso en los Estados miembros a la protección social. En 10 Estados miembros, por ejemplo, los trabajadores autónomos en paro no tienen derecho a ningún tipo de subsidio y un tercio de los trabajadores temporales no cumplen los requisitos para acceder a los beneficios por desempleo generando grandes disparidades y desigualdades entre los trabajadores con contrato y otro tipo de empleados.

Estas forman paarte del bautizado como Pilar de los Derechos Sociales, con 20 principios con los que apoyar el desarrollo de mercados laborales y sistemas de bienestar que funcionen adecuadamente y organizados en torno a tres grandes principios: mismas oportunidades de acceso al mercado de trabajo, condiciones equitativas y una protección social inclusiva. Un plan a juicio de muchos eurodiputados insuficiente. "Estamos decepcionados con la propuesta. El Pilar Social es decepcionante. Son solo recomendaciones", ha lamentado el socialista Sergio Gutiérrez.